En primer lugar, se sabe que es un tratamiento para aumentar el deseo sexual en la mujer . Y que es un psicofármaco. Se necesita una receta de medicamento controlado.
El medicamento, llamado flibanserin, fue creado originalmente como antidepresivo, pero según la empresa farmacéutica alemana que lo produce, ha demostrado tener un impacto positivo en el deseo sexual femenino.
El trastorno del deseo es probablemente la disfunción femenina más frecuente y puede tener muchas causas fisiológicas, psíquicas o sociales.
Una de cada tres mujeres presentan dificultades en el área sexual, deseo, excitación, orgasmo, hasta dolor etc. Es más frecuente cercano a la menopausia, o al inicio del la vida sexual.
En la consulta, lo primero que pregunta el médico es una valoración completa de la historia personal, familiar y sexual de la persona para identificar todas las posibles causas. Según una especialista española “No es lo mismo una mujer que tiene una falta de deseo porque tiene problemas de autoestima, a una mujer que ha sufrido un trauma, ha sido abusada en la infancia o ha tenido una relación sentimental traumática”.
En el caso de la falta de deseo, se recomienda identificar si este se produce de forma ocasional, es decir en un momento puntual, o si tiene que ver con la práctica sexual, con el lugar, el momento y las posturas. Y sin dudas la relación de pareja. Hay muchas mujeres que creen tener una disfunción, pero en realidad el problema está más relacionado con una insatisfacción respecto a la forma y los tiempos en los que se desarrolla el encuentro sexual.
“Te vas acostando antes que todos, fingís estar dormida y te levantás queriendo saltar de la cama antes que él se despierte”. No sentía ningún deseo sexual. Me sentía muy mal porque mi marido se siente rechazado ” comentó una paciente.
Diversos estudios mostraron que 100 mg diarios del medicamento “lograron aumentar significativamente el deseo sexual de las mujeres y disminuir significativamente la angustia asociada al trastorno”.
El flibanserin funciona aumentando los niveles de serotonina – el compuesto químico que regula el ánimo en el cerebro – y tiene también un efecto en la dopamina.
Al igual que el resto de los fármacos, no funciona para todo el mundo, de aprobarse, el tratamiento puede convertirse en una opción para aquellas mujeres que no puedan tomar hormonas.
Es muy tolerable y los efectos secundarios son muy comunes como mareos, problemas para dormir, boca seca.
A diferencia de los fármacos para hombres, el efecto de flinbaserin se concentra en el cerebro y no en aumentar el flujo de sangre a los genitales.
La píldora rosada regula la producción de químicos claves que actúan como neurotransmisores. Tiene un efecto positivo en aquellos que estimulan la excitación sexual (dopamina y norepinefrina) y negativo sobre el que inhibe el deseo (serotonina).
En próximas entrega abordaremos los motivos más frecuentes de disfunción sexual, femenina y masculina y sus posibles soluciones.